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Otra más compuesta en Managua, Nicaragua el 30 de noviembre de 1969.

CONVENCION CENTROAMERICANA

Convención Centroamericana Misionera
Que se celebra en Managua
En tu clase la primera
Con su sede en Nicaragua
Del 26 de noviembre
Al 30 del mismo mes,
Confiamos en que en ti se siembre
La verdad con interés.

El carácter de esta fiesta
Especial y muy fecundo
Y esperamos que como esta
Se prolifere en el mundo

En esta ocasión sin igual
El tema fue: EDUCACION
Y a la escuela dominical
Se le dio la orientación.

Ilustres conferencistas
Se sucedieron gozosos
De ideas fundamentalistas
Llenaron el auditorio;

Como el caso era obvio
El primero en disertar
Fue el hermano Maclovio
Quien fue el primero en hablar

El hermano Castorena
Que así le dicen aquí
Hizo su parte muy buena
Con lo que pudo decir.
Demostró que el intermedio
El joven y adolescente
Pueden convertirse en medio
Para ser un buen creyente

El secretario de misiones
Leocadio Jiménez López
Presento buenas razones
Para salir de mediocres.
Nos habló de la enseñanza
Que se debe impartir
Que mantiene la esperanza
Y nos enseña a vivir.

El hermano Quintín también
Con entusiasmo y valor
Nos preparó para el bien
Para la vida de amor.
Explico como el niño
Puede crecer y crecer
Desarrollar el cariño
Hasta llegar a creer.

El simpático Gerardo
Que de buena voluntad
Vino a admirar aquel bardo
Que nació en esta entidad,
Contribuyo con sapiencia
Reuniendo en un esbozo
Hab1o del arte y la ciencia
Y esto produjo gran gozo.

Los demás representantes
Que de otra parte vinieron
Estuvieron muy contentos
Y también contribuyeron;
Predicaron sus sermones
En los cultos que se hicieron
Llenando los corazones
De todos los que asistieron.

Julio Cesar desbordante
De entusiasmo y voluntad
Con amor y con lealtad;
Para superar la causa
De la Iglesia del Señor
Enviándose un estudiante
A la Escuela Superior,

Los ministros nacionales
Y los Centroamericanos
Expusieron sus ideales
Para ser buenos hermanos
Cada cual contribuyo
Con su idea más brillante
Y así todo se acordó
Para seguir adelante.

El hermano Valentín
Decano de misioneros
Fue el primer en el festín
Con sus esfuerzos sinceros
El presidente anfitrión
Antero Moya y su mesa
Actuó en esta convención
Presidiendo a la cabeza.


El siguiente acróstico dedicado a su esposa

A MI ESPOSA

M uralla de plata, con oro bruñido,
I deal venturoso eso eres mujer
C adencia de notas de suave sonido
A nsiosas de ritmo así es tu ser
E l astro fulgente que vela mi sueño,
L a estrella que alumbra de noche mi cielo,
A sí yo lo veo porque soy tu dueño.

S i solo pensaras en lo que tú eres,
U n momento solo podría bastar
A l saber que fuiste sobre las mujeres
R azón de mi vida, mi noble ideal
E res de las frutas y de bellas flores
Z umo que a mi vida le dan el sabor.

D e que te sorprendes ¿de mi humilde prosa?
E s que te amo tanto que mi alma se goza.

G loriosa es tu vida ¡Feliz es la mía!
A sí yo lo siento al ver tu candor:
X óchitl reina noble de raza bravía
I nmensa en belleza cual la noble flor
O h, ¡la más hermosa entre las mujeres!
L a que conquistaste mi fiel corazón
A quien se lo entrego después de mi Dios.

A mi esposa con todo cariño
Formulo este acróstico con toda humildad;
Para recordarle que en mi alma de niño
Reina para siempre la sinceridad.
Mexicali, Baja California, febrero 14 de 1963

Su esposa no se quiso quedar muy atrás y compuso para el este acróstico.

A MI ESPOSO MACLOVIO GAXIOLA LOPEZ

M i adoración por ti es muy grande
A mor de mi vida solo a tu lado soy feliz
C omo roble te veo tan fuerte y seguro caminar
L os hombres buscan lo vano, pero tú lo eternal
O lvidas a veces que eres humano, vives en las nubes
V es pasar la vida con algo de indiferencia
I nolvidable es el tesoro que llevas aunque no lo crean
O jos misteriosos envidian tu alegría.

G racias Señor, porque a pesar de todo es maravilloso
A mor solo, es lo que tratas de llevar al mundo
X enófilo y amigo de todos a todos tendiste la mano
I nmensa felicidad has dado a mi vida
O las que envuelven tu vida, las podrás vencer
L o veo y casi no lo creo que seas tan fuerte
A veces me pongo a pensar que sería de mí sin ti.

L as maravillas que ves, te alientan a seguir adelante
O lvidando los peligros que a veces te acechan
P ensando solo en lo hermoso que será llegar
E sperando y confiando en las promesas del Señor
Z esped verde con hilillos de plata visten tus sienes.


EL HIMNO QUE LO INMORTALIZO

Fue prolifero autor con letra y música de una gran cantidad de himnos que se encuentran en los himnarios de Suprema Alabanza y Consolación. Por carecer de espacio solo presentamos el himno que refleja su autobiografía. Lo podemos conceptuar como un resumen de lo que fue su vida.

IRE SI EL VA CONMIGO

En el mundo solo vivo para Cristo;
En el calvario con su sangre me compro.
Con la sangre del costado me lavo,
Y por esto solo vivo para él.

CORO

Por el camino solo y triste
Yo te seguiré Jesús.
Esperando que tu mano
Siempre me guiará en tu luz,
Aun en la pesada cuesta,
Que subiste con tu cruz.
En las luchas más amargas
En ti esperare, Jesús.

Yo te pido que me guardes siempre fiel
Que tengas piedad de mí, aun en mi mal;
Que laves mi corazón, tu más y más,
Tu recuerda que por mi bebiste hiel.

Si me guías siempre yo te seguiré,
Aunque mi planta pertinaz llegue a sangrar;
Yo con tu pesada cruz he de llegar,
Al calvario do de gozo llorare.

"Aun en la pesada cuesta...

Las palabras contenidas en esta alabanza fue la propia experiencia de su autor que la vivió mientras fatigosamente escalaba la Sierra Madre, para llevar el Evangelio hasta un lugar llamado Baromena. Este himno inmortal lo compuso en el año de 1933, apenas unos cuantos meses después que se bautizó.

"Tu recuerda que por mi bebiste hiel…

El grande esfuerzo físico que el ascenso requería, clamaba por una gota de agua que refrescara su seca garganta pero como nadie se la daba, le consolaba pensar que Cristo había soportado un castigo más cruel bebiendo amarga hiel.

"Aunque mi planta pertinaz llegue a sangrar…

Las suelas de sus zapatos se rompieron por el continuo roce con el suelo. Una pequeña piedra se introdujo en el zapato y le causo una leve herida que sangraba.

Escribiré Porque Presiento

Que Sucederán Muchas Cosas

El título de este capítulo lo tomamos de las palabras escritas en uno de los seis diarios que escribió durante los últimos 5 años de su existencia. Fueron un total de 2,190 páginas escritas de su puño y letra, resumiendo en cada una de ellas la actividad de cada día. Son documentos muy valiosos en donde narra con gran dramatismo su lucha contra las enfermedades, los problemas que tuvo con algunos ministros que no lo comprendieron y muchas otras cosas muy interesantes.

En año de 1966 empezó a escribir su primer diario y en la introducción dice así:

Escribiré un diario durante 1966 si Dios me ayuda, porque presiento que ocurrirán muchas cosas. Quizá algunas buenas e históricas que vale la pena consignarlas. Otras cosas serán vergonzosas, pero también serán verdades para la historia.

Yo mismo estoy incierto de mi vida. Siento cosas raras en mi cuerpo, cruzan vaguedades por mi mente. Tal vez esté pasando por una importante transición histórica. Cosas importantes ocurrirán en México y en los Estados Unidos, con relación a las elecciones de las nuevas mesas directivas. Aquí y allá pueden ocurrir incidentes insospechados. Las iré describiendo a medida que pasan, Dios me ayude. Los fuertes se harán débiles. Algunos débiles se esforzarán. Y quizá algunos dejemos de ser o de estar en actividad. Dios sabe lo que ocurrirá en 365 días pero hare lo posible por describirlo en forma diaria. Por ahora finaliza 1965, son las 10:30 de la noche cuando me dan la palabra. Predicaré el último sermón de 1965

Bakersfield, California Dic. 31 de 1965

ESTA PAGINA LA PUDIERAMOS LLAMAR: TESTAMENTO A LOS MINISTROS.

Anoche 31 de diciembre de 1968 estuve en el templo de la Primera Iglesia de Tijuana hasta que finalizo el año y recibimos este nuevo. Dimos gracias a Dios por lo que pudimos hacer durante 1968, y pedimos la guianza y ayuda diaria para proseguir en la vida cristiana.
Este es el quinto libro que estoy intentando llenar día por día. En 1966 escribí un diario completo y lo deposité con Dina Gaxiola de López, en 1967 escribí otro diario completo y lo deposité en manos de Hermila Armenta, y en 1968 por ser el año olímpico escribí 2 diarios, uno en una agenda y lo deposité con Rosalba y otro diario lo deposité en manos de Orpha Lidia Gaxiola de Meza. El presente si Dios me permite llenarlo deberá quedar en manos de mi esposa y si alguno de mis diarios resultara de algún interés histórico, mi esposa podrá recoger los diarios que he mencionado. En caso de fallecimiento mío o de mi esposa, este diario puede pasar a manos de Hogla Rita Gaxiola de Rodríguez. Con los mismos derechos de mi esposa en lo que respecta a recoger los anteriores, si fuere necesario y conveniente. Como yo he estado viviendo al servicio de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús cualquier historiador autorizado por la misma Iglesia, puede consultar estos diarios y tomar los datos que se consideren necesarios para complementar la Historia de la Obra de Cristo en nuestro país y demás lugares mencionado que hemos ayudado con el Mensaje Apostólico.
Por modestia y por no restar dignidad a la Obra de Cristo, no consigno muchas cosas importantes de las que he presenciado o Dios hizo por mi humilde instrumentalidad. Tampoco escribí de mis debilidades y flaquezas ni de defectos ajenos. Estas cosas están en manos de Dios. El las juzgará.
Los 36 años de servicio en el ministerio me han proporcionado muchas experiencias y también puedo decir que tuve que encarar problemas muy difíciles que parecían insuperables, pero los vencí y paso adelante. Ahora ya puedo decir que no viví en vano y si mi trabajo no ha sido estimado por muchos, son más los que me han apreciado estimulado y reconocido. Por esta razón he sobrevivido a todas las viscitudes.
Dios sabe lo que he sido, lo que soy y lo que seré. Por eso no temo. Cuando alguien considera que yo he obrado mal, y yo estoy satisfecho de que hice lo mejor que pude, quedo conforme porque creo en la Omnisciencia de Dios. El todo lo sabe y a El he servido o cuando menos he querido servir toda mi vida. Ante algunos ojos tal vez no he sido buen cristiano, pero estoy seguro que a pesar de mis limitaciones, imperfecciones y fallas, he servido a Dios con fidelidad.

Visión de su entierro >>